¿CÓMO ELEGIR UNA BUENA COMPOSICIÓN Y UN BUEN ENCUADRE?
A la hora de fotografiar debemos tener en cuenta qué queremos expresar con la imagen y que queremos mostrar y de qué forma. En éste punto debemos aprender a diferenciar lo que vemos con nuestros ojos a lo que vamos a ver con nuestra cámara. Cuando vemos algo, no sólo utilizamos la vista, utilizamos más sentidos (olfato, tacto, oído, gusto), que hacen que en su conjunto captemos algo de una manera peculiar. Con la cámara, tenemos que resumir todo esos sentidos en uno, pero que dé el mismo resultado que si los utilizásemos todos.
Tenemos que tener en cuenta que, aparte de lo que se va a ver en la fotografía, debemos tener claro que vamos a mostrar, como y donde. No expresa lo mismo una fotografía en formato vertical que en horizontal o en formato cuadrado, así como más elementos.
La composición va a ser el marco de nuestra fotografía, y el encuadre en lo que nos vamos a basar para fotografiar de la manera que nosotros realmente queremos. El proceso cognitivo de la imagen hace que nuestro cerebro haga un barrido rápido a la hora de ver una imagen, por ejemplo en una fotografía. El sentido sería el siguiente, de arriba a abajo y de izquierda a derecha. En parte esto está influenciado por nuestra forma de leer.
Debemos saber cuál va a ser el centro de atención en nuestra fotografía y jugar con los demás elementos respecto a ello. Una fotografía horizontal, hace que nos resulte más cotidiana, ya que nosotros vemos de esta forma. El formato vertical nos serviría para resaltar el centro de interés en la parte de arriba, suele utilizarse para retratos. El formato cuadrado pierde bastante fuerza visual, ya que no destaca ninguna línea, pero sin embargo viene bien para composiciones simétricas. Si bien queremos fotografiar un edificio con una bonita cornisa, en vez de hacer la foto horizontal más típica, optaremos por una composición vertical con el centro de interés en la zona de arriba.
Ya que hablamos de las líneas, pasaremos a citar algunas de las que nos podemos encontrar en una composición fotográfica:
.- Las verticales suelen dar fuerza.
.- Las horizontales calma y seguridad.
.- La oblicua da la sensación de expresar movimiento.
.- La recta marca una decisión.
En base a esto también podemos jugar con ellas para expresar lo que queramos, y guiar al espectador hacia donde nosotros pretendamos.
Ya que nos apoyamos en las líneas para componer nuestra imagen, también podemos hacerlo con los elementos que nos vayamos encontrando, un recurso es jugar con los primeros y segundos planos, podemos hacer la fotografía resaltando un elemento en primer plano con otro del fondo o viceversa, un elemento cercano a la cámara con cierto desenfoque respecto al sujeto que queremos un poco más lejos y enfocado, nos crea una composición dinámica sobre la fotografía. Algo parecido nos pasa con los marcos, sabiendo utilizar este recurso, podemos enmarcar cualquier fotografía con un objeto que podría pasar desapercibido. Utilizando la perspectiva podemos variar la dimensión y la profundidad del marco. Cualquier elemento que encierre un poco la fotografía se puede llamar marco.
LA REGLA DE LOS TERCIOS.
Algo en lo que nos podemos apoyar para una correcta composición es lo que se conoce como la regla de los tercios. Es una forma de ordenar los elementos dentro de la composición, para ello nos guiamos de unas líneas imaginarias en las que podríamos dividir lo que vemos como resultado final. La imagen se divide en 9 partes, con tres líneas horizontales y tres verticales de lado a lado del encuadre. Las intersecciones entre ellos marcan cuatro puntos, en los que en cualquiera de ellos podemos acentuar el punto interés, haciendo que nuestra composición tenga una armonía y quede agradable a la hora de verla.
Por ejemplo en la imagen superior, vemos como el punto de interés en la fotografía lo marca el árbol, aquí se ha utilizado la regla de los tercios. El árbol a parte de ser el centro de atención, encuadra la imagen y distribuye los elementos de una manera agradable para nuestra percepción.
ILUMINACIÓN Y HORIZONTE.
La iluminación también es algo a tener en cuenta, aunque ya le dedicaremos a la luz otro post más extendido, aquí lo veremos de forma algo más rápida, pero no por ello menos importante, ya que el principio en el que se basa la fotografía es la luz. La luz afecta a la textura y al volumen de las cosas y dependiendo si da más o menos luz nos puede resultar más agradable a la vista o causarnos cierto rechazo e incomodidad a la hora de verla. También la sobreexposición o la subexposición pueden jugar a nuestro favor.
El horizonte, a la hora de marcar la línea que marca el horizonte que separa el suelo del cielo en la fotografía de paisaje, debemos tener en cuenta dos tipos. El horizonte alto y el horizonte bajo. El horizonte alto es cuando la línea esta por encima de la línea imaginaria que traza la mitad de la imagen. Por el contrario, el horizonte bajo es cuando esta línea queda por encima del horizonte.
En la imagen inferior podemos ver una fotografía con horizonte bajo, el fotógrafo se ha decantado por este tipo de horizonte, pero en vez de marcar esa separación con el cielo, lo ha marcado con el resto del paisaje. Lo que ha dado como resultado una fotografía bien compuesta y armoniosa y de gran expresividad. También vemos que está basada en la reglas de los tercios, ya que la casa es el centro de atención y se encuentra justo en uno de los puntos marcados en las intersecciones de esta regla.
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